http://natusfera.gbif.es/observations/31834
Amamos el azul, dicen los pintores porque es siempre azul y
porque, añaden los biólogos, los vertebrados carecemos de la capacidad de
fabricar pigmentos azules. Amamos el azul, dice la estadística, por encima de
cualquier otro color porque lo asociamos a cielos radiantes y agua limpia.
Estos rabilargos tan esbeltos y bellos tienen la suerte de poseer un plumaje
extraño y exótico: azul, crema y rosado. Es la pura y alegre luz sobre sus
plumas la que arranca destellos tan hermosos del color menos frecuente de la
Naturaleza.
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